21.9.06

Elogio de la curiosidad




He podido comprobar recientemente la veracidad de la frase de Einstein en la que denuncia que
“es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada”.

Disfrutábamos en casa de un videodocumental que narra visualmente las peripecias de Meiling, una chiquilla de Shanghai, mientras descubre, explora, toca, escucha, mira, hace, prueba, el mundo que la rodea. Les pongo el link de Alice in Wonderland al final del post.

Los espectadores eran tres chavales entre 11 y 13 años. Al finalizar el vídeo les pregunté por su parecer sobre lo que acababan de ver. Coincidieron en que el mensaje estaba en que el comportamiento exploratorio es propio de los niños y que es divertido. Uno de ellos se quedó pensativo y soltó luego:

-Mi profesor nos dijo el viernes que la curiosidad es mala.
Por suerte, los mismos chavales refutaron al profesor de marras y utilizaron la película y su experiencia para apuntalar la creencia de que la curiosidad es buena. Sin embargo, me quedé pensando en el grupo mayoritario que escuchó el mensaje sobre la curiosidad maldita.

¿Cuántas mentes curiosas desmotivó ese día el profesor de marras?

Por eso, es bueno insistir en que el principio de todo conocimiento es la curiosidad infantil. La curiosidad es el motor original del saber, es el placer de experimentar lo nuevo. Es descubrir, retirar el velo que cubre lo que nos rodea.

Matar la curiosidad en el niño debería ser un delito. Los educadores que tal cosa hacen están conculcando el derecho del niño a “saber”, a experimentar con sus propios sentidos, a construir su propia imagen del territorio que los rodea. Además, obtener información sobre el medio que nos rodea es la primera condición para la sobrevivencia.

Sin embargo, la tradición judeocristiana ha tachado la curiosidad de cosa mala, como se percibe en el refrán que reza que "la curiosidad mató al gato". En el libro del Génesis se maldice y castiga con el destierro del Paraíso, la curiosidad que llevó a Adán y Eva a probar la fruta del Árbol del Conocimiento. La creencia que señala que “ojos que no ven, corazón que no siente”, también apunta al meollo del asunto y llevó a un filósofo de la talla de Montaigne a decir claramente, por ejemplo, que lo malo no es ser cornudo, sino saberlo o que se sepa.

Admitimos que la curiosidad no está exenta de peligros. Lo que ocurre es que aún admitiendo esas consecuencias ocasionalmente dañinas o dolorosas, sostenemos que éticamente es preferible saber que ignorar y que entre todos los placeres el del conocimiento es tal vez el más gozoso.

Decimos que la curiosidad no sólo hay que protegerla, sino cultivarla. Explorar, experimentar, probar, preguntar, son actos directamente relacionados con el saber profundo, con la experiencia personal e intransferible. Ya lo decía Confucio:

Yo escucho y olvido. Yo veo y recuerdo. Yo hago y comprendo.

Los educadores que matan la curiosidad de los niños están retrasando el avance de la sociedad en la que viven. Están inculcando el germen del conformismo, la ignorancia, el rezago educativo y el conocimieno libresco.

Matar la curiosidad del niño que mañana será adulto es un eficaz mecanismo de control social. De esa manera, conformas hombres-masa que se tragan una patraña tras otra sin hacerse ninguna pregunta a lo largo de toda su vida. No se nos escapa que la base del éxito de ciertos enfoques publicitarios está en la curiosidad anestesiada de los receptores del mensaje.

Frases célebres sobre la curiosidad:

La juventud de un ser no se mide por los años que tiene, sino por la curiosidad que almacena.
Salvador Paniker


Prefiero que mi mente se abra movida por la curiosidad a que se cierre movida por la convicción.
G. Spence

No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso.
Einstein

Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada.
Einstein

La curiosidad intelectual es la negación de todos los dogmas y la fuerza motriz del libre examen.
José Ingenieros

Deja que otros si quieren vivan vidas mediocres, pero no tú. Deja que otros discutan sobre tonterías, pero no tú. Deja que otros lloren por daños sin importancia, pero no tú. Deja que otros pongan su futuro en manos de otros, pero no tú.
Jim Rohn
Mantente alejado de las personas que quieran matar tus ambiciones. Las personas mediocres siempre hacen eso, pero los verdaderos triunfadores te harán sentir que tu también puedes conseguirlo.
Mark Twain


Los invito a leer este sesudo y divertido Elogio de la curiosidad y refutación de sus críticos del filósofo Alfonso Fernández Treguerres


17.9.06

Pequeña crónica sentimental sobre la Fallaci



Cuando la danza de la realidad -que diría Jodorowsky- me llevó a la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, dos figuras adoraba en el altar de la profesión: Ernest Hemingway y Oriana Fallaci.

Oriana acaba de caer en el combate de la vida, víctima de un cáncer. Yo era por aquel entonces un chaval idealista a la vieja usanza, con un sentido marcadamente épico y romántico de la vida. De alguna forma lo sigo siendo aún, aunque con el toque pragmático que da la experiencia.

Mientras mis compañeros de generación trataban de colocarse rápidamente en un curro que les suministrara bastimento, el que esto escribe soñaba con imitar al viejo Ernest...Escribir crónicas sobre la I Guerra Mundial como conductor de ambulancias, ser herido en el frente y enviar la crónica respectiva al Star de Kansas City. Ser corresponsal en París del Toronto Star y cubrir la Guerra Civil española. Escribir con ese material Por quien doblan las campanas y La Quinta Columna. Ganar el Pulitzer y luego el Nobel de Literatura. Luego irme a Cuba a pescar agujas y que me dedicaran la Marina Hemingway en La Habana.

La trayectoria profesional y vital de Oriana es aún más admirable. Fue de las primeras mujeres que ejerció como corresponsal de guerra. Estudió medicina y se pagaba la carrera escribiendo crónicas para un periódico florentino, hasta que la descubrio el maestro Indro Montanelli y se la llevó para Il Corriere della Sera


Montanelli, maestro de maestros, la envió a la guerra indo-paquistaní, a Vietnam, a la Guerra de los Seis Días. En 1968 le pegaron tres tiros en la mejicana Masacre de Tlateloloco. Entrevistó a los 30 líderes mundiales más influyentes de su época. Fustigó con su verbo inquisidor a Kissinger, Arafat, Komeini, al Sha de Persia, Willy Brandt, Ali Butho, Indira Gandhi, Golda Meir, etc. Denunció a los asesinos de Passolini y fue a la cárcel por no revelar sus fuentes. Cubrió en 1991 la I Guerra del Golfo y atribuyó su cáncer en 1991 a los gases que respiró tras la nube negra que se produjo después de los incendios de los pozos en Kuwait.

Fue una maestra en el arte de la entrevista periodística. A ella se le puede atribuir aquella frase de Borges en la que decía que cuando quería leer un buen cuento, escribía uno. Oriana terminó entrevistándose a si misma en el 2004 y confiesa: "me desagrada morir porque la vida es bella, incluso cuando es fea."


Dejo para los mediocres de siempre las valoraciones sobre su vida, pensamiento y obra. Ya he leído a algun plumífero de despacho destilando su envidia y su veneno sobre los restos de la Fallaci.


Para nosotros, ha muerto una guerrera (de los últimos periodistas de verdad) y desde aquí expresamos nuestro respeto a la Hermana Loba.

16.9.06

El impacto de la palabra y el fondo del ser























Le escuchamos decir a Masaru Emoto que en Japón existe la creencia generalizada de que el alma mora en el espíritu, el cual está presente en la palabra.

Una creencia semejante anida en la cultura cristiana. Meditando sobre el tema en cuestión, me llegó por causalidad a través de la radio de mi coche la frase occidental equivalente:
lo que hay en el corazón rebosa por la boca.
La tradición Zen lo expresa –como no- con una historia:

Un novicio preguntó a Zu Shou:
-Digamos que un individuo se ilumina pero no consigue expresarse con palabras, ¿con qué puede ser comparado?
-Con un mudo que prueba la miel.
-Digamos que un individuo todavía no ha alcanzado la Iluminación, sin embargo se expresa (al respecto) con palabras floreadas, ¿con qué puede ser comparado?
-Con un papagayo parlanchín.

El maestro budista, Pai Chang (720-814), dejó escrito que

“todas las enseñanzas verbales sirven para curar enfermedades. Al haber diferentes clases de en­fermedades, también hay distintos remedios. De ahí que algunas veces se diga que Buda existe, y otras que no existe. Las palabras verdaderas son aquellas que curan la enfermedad; si el remedio consigue curar, las pala­bras son verdaderas. Si no consigue curar la enferme­dad, las palabras son falsas. Las palabras verdaderas son falsas si crean concep­tos. Las palabras falsas son verdaderas si disuelven la confusión de los seres sensibles. Puesto que la enfer­medad es irreal, sólo existe una medicina irreal para curarla”.

Entiendo de esto –en este momento de mi desarrollo personal- que nuestras palabras no revelan más que lo que anida en el fondo de nuestro ser. Aún cuando tratemos de disfrazar nuestro fondo esencial, como mínimo pareceremos el papagayo parlanchín que mencionaba el maestro Zu Shou.

Hoy vivimos en el mundo del hablar por hablar, de hablar para manipular, por presumir, por llenar el silencio, etc. En el mundo de los habladores políticamente correctos siempre se puede saber –si percibimos con atención- lo que hay en el corazón del que habla. Tal vez sea por eso que los habladores políticamente correctos nos dejan a algunos insatisfechos, inquietos, molestos, etc, o simplemente nos dejan como estábamos. Normalmente no me producen ni frío ni calor.

Medito sobre esto porque Emoto parece haber demostrado en su libro “Los mensajes del agua” que las palabras o pensamientos que emitimos afectan al agua de una forma u otra. Se entiende entonces que las palabras o pensamientos que dejamos caer por ahí afecten de una manera u otra a los seres que nos rodean, quienes son agua en un setenta por ciento (70%).

El tema tiene envergadura e impone una cierta dosis de responsabilidad. Después de saber esto no parece de recibo mantener la ligera costumbre de sacar la lengua a pacer alegremente.

En el Dhammapada se puede leer esto:

Los maestros taoístas huainan dicen: «A los sabios no los controlan los nombres.»
Así como un lago profundo es claro y limpio, así el sabio se hace claro después de escuchar las verdades. Las auténticas personas no tienen ataduras estén donde estén; los que están en paz no hablan por el deseo de placer. Se reconforte o se duela, el sabio no muestra júbilo ni depresión.

6.9.06

Cómo hacemos "realidad" nuestros miedos




Las neurociencias no hacen más que confirmar día tras día los hallazgos que la Programación Neurolingüística hizo durante las investigaciones y desarrollos téoricos y prácticos de la primera generación de la PNL.

Leemos estos días que un grupo de investigadores norteamericanos, de la prestigiosa Universidad de Wisconsin-Madison ha descubierto que

  • “cuando creemos inminente una situación que nos desagrada, nuestro cerebro 'enciende' dos regiones que nos obligan a 'revivir' aquella circunstancia, aunque en realidad no esté sucediendo. El cerebro se anticipa y nuestros miedos se hacen 'realidad'. Ésta es la base de trastornos como el estrés postraumático o la ansiedad social”.
"El trabajo muestra lo poderoso que puede ser temer que algo suceda. Esto puede llegar a generar recuerdos que no deberían existir", explica el autor principal, Jack B. Nitschke, catedrático de psiquiatría y psicología de la Universidad de Wisconsin-Madison.

Los científicos han observado a través de imágenes obtenidas por resonancia magnética funcional que la amígdala (parte del encéfalo encargada de recibir las señales de peligro potencial y que ayudan al organismo a prepararse para protegerse) y el hipocampo (parte relacionada con la memoria y el aprendizaje) se activan cuando una persona está anticipándose a una situación que teme. De esta forma, la persona siente la situación desagradable que teme sin que haya ocurrido.

De tal manera que el sólo pensar en la situación, con todas o parte de sus características (submodalidades), activa los centros cerebrales encargados de manejar las emociones, desata las respuestas bioquímicas con neurotransmisores y reproduce en el cuerpo las reacciones somáticas como si la situación estuviera realmente sucediendo.

Este concepto le sirvió a la PNL para desarrollar todo un conjunto de técnicas muy eficaces y muy rápidas para resolver problemas de ansiedad, por ejemplo. Las técnicas de redecoración, los llamados encuadres como si, la técnica de cambio de estado, y un sin fin más de técnicas de la PNL están basadas desde hace 30 años en este mecanismo confirmado ahora por los investigadores norteamericanos.

Todo esto demuestra también hasta qué punto una buena parte de las enfermedades que azotan al mundo desarrollado (ansiedad y depresión) tienen un fuerte ingrediente de “comedura de coco”.

5.9.06

El aburrimiento




La creciente moda de suicidios colectivos de jóvenes en Japón es otro síntoma más de lo inhumana que es la sociedad moderna en los países desarrollados.

Los jóvenes japoneses se suicidan en masa. En Japón se suicidan 34.000 personal al año. Es la tasa más alta si comparamos país por país. En toda la Unión Europea el número de suicidios alcanza los 58.000 al año.

El caso es que en Japón se suicidan los jóvenes. A lo largo de este año, 91 jóvenes se han quitado la vida en Japón mediante un ritual en el que primero se convocan por internet; luego, se suicidan en grupo; y, por último, dejan mensajes aterradores:


  • “me aburro, no quiero seguir así”
  • “estoy cansado de vivir”
Es frecuente escuchar en España la expresión “me aburro”, en boca de jóvenes de todas las edades. Desde los preadolescentes hasta los adultos jóvenes, el aburrimiento aparece con frecuencia en sus vidas y, lo más preocupante, en su actitud ante la vida.

Los que tenemos hijos preadolescentes hemos escuchado la fatídica expresión con alguna frecuencia. Hace algún tiempo enfocaba el asunto tratando de procurarle al niño algo que lo divirtiera, cayendo preso de la polaridad diversión-aburrimiento. Cuando el niño dice “me aburro”, también está ordenando de alguna forma que papi y mami resuelvan este grave problema. Si se calibra el lenguaje no verbal que acompaña esta expresión se puede obtener mucha información. También es una forma de decir: “me quiero ir”, “esta gente con la que estamos no me interesa”, etc, etc, etc.

He aprendido a no tomarme la expresión en sentido literal. Y ya no procuro buscarle diversión al niño. Intento ahora inculcarle una actitud más útil y más proactiva sobre la vida. El último rollo que le largue al niño se puede resumir en lo siguiente:

  1. Tú decides si te aburres o no.
  2. El ambiente y la gente con la que estás son interesantes si tú decides encontrarles aquello que te puede servir para aprender, divertirte, conocer otras personas, interesarte por ellas.
  3. Puedes decidir también mostrarles algo de ti mismo, conectar con ellos.
  4. Tú decides si la vida te interesa o no. Lo más útil y lo más enriquecedor es decidir que la vida te interesa.
  5. Tú decides si quieres curiosear, si quieres explorar. Lo más divertido es explorar, probar y conocer que hay detrás de las máscaras.
  6. Tú decides si te aburres o no. No depende sólo del entorno, sino de tu actitud hacia el entorno.

    El chaval, de momento, se lo está pensando...