16.2.12

Los principios de la gestión del cambio



Por Ramón Maceiras López

1.- La gestión del cambio es un arte y una ciencia multidisciplinaria, transversal y totalizadora. Los procesos de cambio tanto en el plano individual, como en las empresas, organizaciones de todo tipo y en la propia sociedad pueden ser gestionados hoy con un razonable nivel de precisión.

2.- Si cambias tú, cambia el mundo. La reforma de la conciencia comienza en el hombre individual y es un problema que depende también del límite de la capacidad de evolución de la psique individual. Ulteriormente, la eficacia del cambio en términos sociales depende de si una época está madura para una transformación o no.

3.- Si ejerces una posición de liderazgo, empieza cambiando tú y facilitarás el proceso de cambio de tus seguidores. Si quieres que cambien ellos por arte de magia, te saldrán canas esperando.

4.- Si quieres cambiar, tienes que conocerte a ti mismo. Conocerte a ti mismo requiere trabajo de introspección y honestidad. Si quieres cambiar tu entorno, es preciso también que lo conozcas a fondo.

5.- El mapa es el territorio. Revisa tu mapa de creencias, valores y actitudes. Si el mapa que tienes de tu territorio de actuación es precario, tus logros y tu orientación serán precarios. Enriquece el mapa permanentemente.

6.- La percepción de la realidad forma parte de la realidad. Si lo que percibes de ti mismo y de tu entorno es pobre, así serán tus resultados cuando actúes. Ampliar tu percepción es una tarea de todos los días y hay técnicas para ello.

7.- Donde están tu atención y tu intención está tu energía. No dejes que el ruido que genera la sociedad te distraiga. Concentra tu energía en tus propias metas. La atención es selectiva y atractiva. Aprende a conducirla.

8.- La sociedad es como somos. No la hacen así sólo los demás. También tú. Es muy socorrido desplazar la responsabilidad del actual estado de cosas al vecino, la familia, los políticos, los mercados, etc. Por acción o por omisión también tienes tu parte del pastel.

9.- Si haces siempre lo mismo, obtendrás siempre los mismos resultados. Prueba a hacer otra cosa. A ver qué pasa.

10.- El mundo no es así. Está así. Las cosas no son como son. Son así porque dejamos o queremos que así sean.

11.- Dirige tu vida hacia la autorrealización. Dale dirección y sentido. Sólo tú puedes descubrir cómo se concreta en tu caso. Cuídate del pensamiento mágico, las ilusiones del aprendiz de brujo, la inducción consumista y el narcisismo rampante que nos inunda por doquier.

12.- La autorrealización no excluye al mundo, sino que lo incluye. Eres un ser social, relacional y no estás sólo en una isla desierta.

13.- Ten cuidado con lo que deseas, porque se te puede cumplir. A veces, que no se cumplan nuestros deseos puede ser un golpe de suerte.

14.- No utilices el argumento de la crisis para justificar tu inercia emprendedora o para alimentar tu autocompasión. No maldigas la oscuridad, enciende una vela y actúa.

15.- Si crees que puedes, tienes razón. Si que crees que no puedes, también la tienes. Pero en los dos casos, analízate bien a ti mismo y a tu entorno y proponte metas en la medida de tu potencial y tu nivel de conciencia.

16.- Normal y anormal son conceptos limitantes.

17.- La resistencia al cambio es una fenómeno humano, natural y predecible en todo proceso de transformación, sea en una empresa, una organización o una persona individual. Los comportamientos aprendidos tienden a reproducirse por inercia. En el camino también se encuentran resistencias conscientes y deliberadas. En los procesos de cambio se afectan intereses creados y siempre hay personas o grupos que se resienten. Algunos se adaptan y otros resisten. El abordaje de esas resistencias es crucial. Hay que esperarlas, detectarlas, analizarlas y regularlas mediante una intervención planificada, racional, elegante y precisa...y a veces drástica.

18.- En tiempos de crisis es preciso acostumbrarse a actuar en entornos de alta incertidumbre...No hay nada seguro...Salir de la zona de comodidad es imprescindible para abordar nuevos enfoques y nuevas formas de actuación, dentro de una concepción de aprendizaje permanente y colaboración...Las cosas no volverán a ser como antes.

8.2.12

Liderazgo y Oratoria


Por Ramón Maceiras López

Liderazgo y oratoria siempre han estado estrecha e íntimamente vinculados. Desde la época clásica en Grecia y Roma, en el mundo occidental la condición de líder se ha fundamentado en un buen dominio del arte de la palabra. El liderazgo no es más que un tipo de relación especial entre personas. Se olvidan muchos de los líderes autoproclamados de que tal condición es otorgada por los otros. O sea, los otros te conceden el liderazgo por tus condiciones especiales. Los liderazgos de marketing se disuelven hoy como la sal en el agua.

¿Qué se le exige hoy a un líder para ser reconocido como tal? La época que vivimos impone hoy nuevas características que afectan directamente el plano de la oratoria y la misma definición de liderazgo. Es lo que llamamos Oratoria y Liderazgo 2.0. El líder y orador 2.0 tiene que mostrarse transparente; horizontal; tiene que combinar razón y emoción en cantidades variables; debe compartir el conocimiento y la experiencia; y su éxito dependerá de que esté pegado al terreno, que pise tierra y hable y dirija como una persona de carne y hueso, que conozca la vida como una persona de carne y hueso. El líder actual debe ser capaz de desenvolverse como un multitareas y, al mismo tiempo, debe ser capaz de desarrollar la empatía suficiente para formar equipos, motivarlos y llevarlos al cumplimiento del objetivo individual y colectivo. Ese conjunto de habilidades son cruciales hoy para el liderazgo político, social, empresarial, educativo, etc.

Las habilidades necesarias son hoy complejas y diversas. Pocos están preparados para tales performances y pocos entienden que es preciso desarrollar tales habilidades. El liderazgo para el cambio está obligado a desempeñarse en situaciones de incertidumbre, a moverse en entornos cambiantes y poco previsibles. Atrás quedó el tiempo de los "piquitos de oro", de la palabrería motivadora y vacua. La frase de hoy es simple y compleja: el sentido de la vida es tener una vida con sentido.

Miro a mi alrededor y digo como Diógenes, enarbolando mi lámpara: ando en busca de los líderes del cambio...